Esperando a Kona 2013

Faltan más o menos 24 horas para que en Kona Hawai miles de sueños se lancen al agua en busca de una meta. Eneko posiblemente soñará con ser campeón del mundo, algún ex combatiente de la guerra de Irak al que le falte una pierna soñará con llegar  a tiempo al corte de la natación y poder terminar aunque la noche vaya a ser su única compañera en la carrera a pie.

Posiblemente alguna madre o algún padre enfermo de cáncer sueñe con terminar para que sus hijos lo recuerden por la proeza de llegar a la meta  de Kona, solo en la esperanza que ellos jamás lo olviden y el recuerdo en meta les de todo el coraje que casi seguro necesitarán en el futuro.

Alguno igual solo sueña con poder llevar la camiseta de Finisher (si está escrito en grande mejor), puesta durante tres semanas seguidas con el sano objetivo de fastidiar a su cuñado. El mundo también está lleno de prosaicos y crematísticos objetivos

En realidad la motivación o la finalidad es casi lo de menos, sobre una distancia inhumana, con un calor y un viento habitualmente infernales la marca IRONMAN se ha encargado de modelar un mito. Un mito por el que casi cualquier triatleta de larga distancia entregaría la cuchara.

Será mañana 12 de octubre a las 18.30 hora española cuando comience .Y ya me gustaría a mi que pasaran dos cosas : una que Eneko ganara y dos que no se batiera el record de la maratón del IM Hawai. Que tras 23 años y los miles de millones de accesorios, de zapatillas chulis, de rodillos de bicicleta con sotfware y dibujitos , ropa de triathlon que rechaza los rayos UVA , repele el agua e impide que te huela mal el sobaquete,  aún hoy mantienen dos de los mitos de este deporte . ¿ Te suenan ?