Iberman 2015 mis impresiones
El coste que un triatleta paga en forma de horas de entreno, en formas de dolor o lesiones, en horas que roba a su familia, o en esfuerzo económico, salen siempre a la luz en el momento de cruzar la meta de un Triatlón de larga distancia. Si a esto le añadimos un marco excepcional en Vila Real de Santo Antonio en el sur de Portugal, y una organización impecable por parte del IBERMAN, donde el triatleta es el que está en el centro de la organización, todo invita a que estos sentimientos se expresen de un modo especial, cuando solo debes `preocuparte de competir, porque lo demás está como debe estar, la larga distancia es el mejor de lo deportes.
Eduardo, Gracias por todo ¡¡¡
Vimos a muchas familias en meta, abrazos por doquier, muchas miradas al cielo, algunas lágrimas, mucha emoción y un triatleta con la camiseta del Betis levantada al cielo, que cuando mañana se lo cuente a mi amigo Sebas Alabanda, no se lo va a creer. En la meta del Iberman vimos muchas ganas por parte de los triatletas de compartir y darles las gracias dedicándoles su meta a los suyos, esto también hace grande a nuestro deporte.
Para los más curiosos del lugar: el Atlántico estaba como un plato, a las 7.30 am hora de Portugal. La playa de Montegordo, es excepcional, larguísima, lo que permitió una salida sin agobios excesivos y sin golpes a los 330 inscritos. Medusas, como está siendo habitual, había alguna, pero que sepamos, ninguna picadura.
La bici, tenía un perfil interesante, y el viento fue de menos a más durante todo el día, no era un buen día para lenticulares.
El pie transcurría en su mayor parte entre Santo Antonio y la zona de Montegordo, atravesando un precioso pinar….
Os dejamos algunas fotos
Bueno, ya sabéis que lo duro de esto, no es la bici, ni la natación, ni la carrera a pie, son los madrugones ….
Aquí corre hasta el organizador, Eduardo
Todavía quedaban una par de horas más…..