Sillines cortos o sin nariz ¿Son mejores?

La definición de un sillín corto, solo se puede hacer de manera relativa, los sillines tradicionales (al menos hasta ahora), median entre los 27 y 28 cm, por lo que los sillines que miden sobre 240 o 250 mm son considerados cortos, ejemplos conocidos comercialmente, el sillín Power de Specialized o los Boost de Selle Italia. 
Sin embargo, y en mi opinión, los sillines sin nariz, se circunscriben a dos modelos o tres modelos de ISM , como el ISM Touring, el Comfort y a los sillines Duopower. Estos sillines, al carecer de punta, requieren de un periodo de aprendizaje/adaptación si vas a rodar con ellos más o menos en seri. En un sillín convencional con punta, la cara interior de los muslos apoya sobre la punta del sillín, y ayuda, aunque no lo parezca, en el control de la bicicleta especialmente en curva, además de soportar significativamente parte del peso del cuerpo. 

Un sillín largo tiene la ventaja de tener un gran control de la bicicleta con las piernas, y al ser generalmente más estrecho, contribuye a que no sean tan habituales las rozaduras por sillín.
Llevo abonado a los sillines largos toda la vida, pero ultimamente he probado varios sillines de los conocidos como cortos y lo que me gusta es:

• Mayor libertad de movimiento: Estos sillines permiten una mejor rotación pélvica y facilitan una postura más adelantada sobre los escaladores, lo que puede mejorar la eficiencia del pedaleo.
• Diseño Ergonómico: La forma compacta de los sillines cortos está diseñada para ofrecer soporte en las áreas necesarias sin restringir el movimiento, proporcionando comodidad durante largas sesiones.

Al tratarse de uno de los componentes que está en contacto directo con nuestro cuerpo (sillín, pedales y manillar), mi consejo es que te dejes asesorar por un biomecánico, especialmente si metes muchos kilómetros a la semana. 

Si analizamos los primeros sillines realmente cortos son los ISM, antes conocidos como ISM Adamo, unos sillines muy enfocados en evitar las molestias genitales, buscaban realmente conseguir que la punta de sillín no molestara, y que el perineo del ciclista aliviara presión. Por ese motivo, la punta del sillín se dividía en dos y el sillín es significativamente más corto, especialmente en el modelo de sillín anti prostático Touring, es donde se evidencia que es un sillín sin nariz.  

Fueron rápidamente adoptados por el mundo del triatlón, en el que el atleta pasaba 180 km acoplado, lo que con un sillín tradicional es realmente incómodo.
Por otro lado, la normativa de la UCI, que hace que la punta del sillín se mantenga como mínimo 50 mm por detrás del eje del pedalier, se «flexibiliza» si usas un sillín más corto de 240 o 250 mm. Ya que permite avanzar el cuerpo del sillín, y conseguir una posición más racing, más adelantada, sin perder demasiada comodidad. No sé si recuerdas hace unos años a los rodadores dándolo todo sentados en la punta del sillín, «gracias»  entre otras cosas a  los sillines tan largos.